
Ocupa la última planta de un edificio
del siglo XVIII en París, y de un estado original muy fragmentado y mal
distribuido se ha pasado a una distribución totalmente racional y a unos
interiores luminosos y cálidos.
Se organiza una zona de día con
salón y cocina integrada y a través de un vestíbulo azul, el acceso a la zona
de noche con dos dormitorios y baño, todo en 50 m2.
Me gustan muchas cosas, pero entre ellas me gusta la
naturalidad con que utilizan todos los recovecos e irregularidades de unos
muros de carga antiguos como si hubieran sido pensados desde el principio para
esas librerías, barra de office, baldas integradas en el cabecero,...
proyecto / element
fotografía /
Nicolas Matheus
Me encanta que la batería d la cocina es de Le Creuset, jaja, yo la tengo en casa también.
ResponderEliminarLas estanterías y los muebles de las habitaciones hechos a medida lacados me parecen preciosos y los colores muy acertados.
Yo también soy muy fan de los muebles hechos a medidas, sobre todo el acabado lacado, y más cuando tienes una vivienda como la que presentas con las paredes tan irregulares y esquinas imposibles.
ResponderEliminarLa paleta de colores azulados/malvas utilizada es muy relajante.
ResponderEliminar